Cada 1ro de mayo conmemoramos la lucha de los trabajadores mártires de Chicago, quienes perdieron su vida defendiendo la jornada de 8 horas. Más de cien años después, continúa siendo necesaria la defensa de los derechos laborales. En la actualidad, los magnates de las grandes corporaciones plantean aumentar la jornada semana hasta ¡120 horas!
En nuestro país, desde el gobierno nacional se plantea volver a la Argentina potencia mundial de fines del siglo XIX. Se trata de un modelo económico excluyente en el que ningún derecho era reconocido a los trabajadores. Basta el informe de Bialet Massé como muestra. ¿Realmente queremos volver a ese momento?
La escasa referencia en los discursos oficiales sobre el trabajo y la generación de empleo de calidad, se corresponde con la ausencia de un Ministerio de Trabajo. A su vez, la intervención del gobierno en la negociación colectiva consiste en la no homologación de acuerdos salariales por encima del índice de inflación. ¿Y el respeto a la voluntad y libertad de los actores? Tras una dura devaluación al comienzo de su gestión, el gobierno de La Libertad Avanza impide la recuperación del poder adquisitivo de los salarios. A ello se suma una nueva reforma laboral en agenda, que profundizará las modificaciones impuestas por la ley bases.
En este marco, desde Democratización RT volvemos a remarcar que toda relación de trabajo es una relación desigual, que el trabajo no es un recurso o una mercancía, ni tampoco que cada trabajador puede negociar individualmente sus condiciones laborales. La negociación colectiva y la organización sindical son vías que permiten disminuir la desigualdad social y protegen a la parte más vulnerable de la relación.
Frente al avance y la estigmatización, este 1ro de mayo recordamos que la conquista de los derechos laborales se logró a partir de duros y largos conflictos. Ningún derecho cayó del cielo. Fueron producto de la organización colectiva de los/as trabajadores/as. Por ello, defenderlos hoy es nuestra máxima tarea.