Este 24 de marzo se conmemoran 44 años de una de las fechas más tristes y oscuras de nuestra historia: el último golpe cívico-militar. En esta ocasión, y en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio producto del COVID19, nos encontramos  ante un escenario diferente: no habrá marcha, pero sí memoria. Así, nos sumamos a la iniciativa que proponen distintos organismos de Derechos Humanos que consiste en colgar desde nuestras ventanas y balcones pañuelos blancos para lograr “un pañuelazo barrial, visual, virtual en el que el protagonista sea el pañuelo blanco como símbolo” (Giselle Tepper – Hijos Capital, entrevista página 12). Asimismo, desde distintas organizaciones y entidades se llevarán a cabo diferentes iniciativas para visibilizar la importancia de esta fecha como, además del pañuelazo ya mencionado, compartir en las redes sociales fotos de diversas maneras de hacer memoria. A las 19:30 horas será transmitido por internet el discurso que los organismos de derechos humanos suelen leer en la Plaza de Mayo al culminar la tradicional movilización, al igual que cada 24 de marzo.

Como estudiantes, graduados/as y docentes de Relaciones del Trabajo, convocamos una vez más a leer de manera crítica la legislación laboral de esa época (en particular las modificaciones de la Ley de Contrato de Trabajo que continúan vigentes), comprender el impacto que ha tenido sobre la acción colectiva de la clase obrera y reflexionar sobre el rol que tuvieron los/las empleadores/as en el disciplinamiento de los/as trabajadores/as. Sobre este último punto, no podemos dejar de cuestionar el accionar de las Oficinas de Personal durante la última dictadura, desde donde se denunciaba a sus propios/as trabajadores/as a las fuerzas de seguridad, e incluso se utilizaron las instalaciones fabriles como centros clandestinos de detención.  En este sentido, llama la atención la ausencia prácticamente total de discusiones sobre este tema en la currícula de nuestra carrera, y en particular desde la Dirección de la Carrera.  

¿Qué impactos estructurales ha tenido la última dictadura cívico-militar sobre la configuración de la relación de fuerzas entre capital y trabajo? ¿Cuánto de ese “disciplinamiento” ejercido durante  dicho periodo persiste al día de hoy? ¿Qué consecuencias ha tenido en la organización de los/las trabajadores, en particular en los lugares de trabajo? Llamamos a toda la comunidad de RT a una profunda reflexión que nos posicione públicamente con una voz clara y firme como disciplina. 

 

A 44 años del golpe genocida, desde Democratización RT:

No olvidamos

 No perdonamos

No nos reconciliamos. 

Hoy nuevamente decimos 

“Nunca más”

¡Por la Memoria, la Verdad y la Justicia, invitamos a todos y todas a colgar sus pañuelos!

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