Hoy se conmemora el aniversario de sanción de una ley pionera en igualdad de derechos: la ley de matrimonio igualitario. Durante los años ´90 organizaciones LGBT habían presentado varios proyectos en favor de la unión civil o matrimonio igualitario, los cuales no tuvieron éxito. No fue hasta el 15 de julio del año 2010, tras varios años de lucha, que se consiguió la sanción de la ley 26.618, la cual establece en su artículo 172 que el matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos, con independencia de que los contrayentes sean del mismo o de diferente sexo. De esta manera, Argentina se convirtió en el primer país de Latinoamérica en sancionar la ley de matrimonio igualitario. Desde entonces, más de 20 mil parejas dieron el sí. A su vez, nuestro país, es el primero en contar con una ley de identidad de género. 

No obstante, es necesario mencionar que a pesar de la existencia de leyes que promulgan la igualdad de derechos y establecen un avance en nuestra sociedad, todavía existen casos de violencia y discriminación hacia la comunidad LGTBIQ+. Dichos actos se expresan en ámbitos como la salud, la educación y en el trabajo. Aún con una legislación que vela por sus derechos, en la práctica, muchas instituciones marginaron al colectivo LGTBIQ+.

Uno de los ámbitos en los cuales queda mucho por realizar, es en el mundo del trabajo, donde se producen violaciones de los derechos de las personas del colectivo LGTBIQ+ tanto en el acceso como en la permanencia. Un ejemplo claro, es la ley 14.783 (Ley de Cupo Laboral Travesti/Trans), la cual fue aprobada en el año 2015 en la legislatura bonaerense, la cual no se aplica. Esto pone en evidencia la clara vulnerabilidad de este colectivo. 

Como estudiantes, graduadxs y docentes de Relaciones del Trabajo, debemos buscar las formas para poder transformar nuestros ambientes de estudio y de trabajo, para poder dar lugar y visibilizar a un sector de la sociedad que aún hoy en día sigue siendo relegado del mercado de trabajo. Debemos tratar de deconstruir conceptos binarios que se siguen reproduciendo en nuestra casa de estudio. En línea con esto, es necesario tener una mirada mucho más amplia de la sociedad que nos rodea, y para ello es menester incorporar materias que trabajen la temática desde el lugar de inclusión. Sin embargo, como carrera, lejos estamos de este compromiso con el mencionado colectivo, ya que en el “debate” por las optativas del ciclo 2019 se rechazó la única materia que consideraba la diversidad desde una perspectiva de género. El rechazo de la materia no se fundó en criterios objetivos (como poco material bibliográfico o no acorde a nuestra carrera) sino en la pertenencia político-partidaria (de oposición a la actual gestión) de quien presentó la materia. Es así como la materia “Abordajes de la diversidad sexual en el trabajo” no ha logrado formar parte de la oferta de materias optativas. 

Desde Democratización RT consideramos primordial cuestionar y habilitar espacios de debates dentro de nuestro rol como relacionistas del trabajo para evitar la reproducción de lógicas propias de una sociedad machista, patriarcal y binaria. Por último, creemos que las leyes sí representan un avance en materia de igualdad de derechos, pero deben ser acompañadas desde la praxis; esto nos compromete a todxs nosotrxs, formemos o no parte del colectivo LGTBIQ+.

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