Hoy se cumplen 41 años del último golpe cívico militar en nuestro país. Este aniversario nos encuentra una vez más invitando a la comunidad de Relaciones del Trabajo a reflexionar sobre las consecuencias actuales de la dictadura en el plano sociopolítico, económico y cultural.

Este último año existió una avanzada del gobierno nacional a cargo de la alianza Cambiemos contra las políticas de memoria, verdad y justicia. El intento de modificación del feriado constituyó una provocación. Ese accionar de desmemoria encontró un límite a partir de la respuesta de la sociedad. Con matices y diferencias, hubo expresiones condenatorias que llevaron al gobierno nacional a retroceder en esta acción.

En distintos discursos y acciones se intenta reinstalar la lógica de la “teoría de los dos demonios”. Esta acción pretende minimizar la responsabilidad del Estado al negar su accionar en tanto ejecutor de una política sistemática y planificada de persecución, torturas, desapariciones y asesinatos. El énfasis en la discusión y negación de la cifra de 30000 detenidos desaparecidos opera en el mismo sentido. El máximo representante a cargo del Estado señaló que la “última dictadura es lo peor que nos pasó”. Nosotrxs repudiamos esa expresión. La dictadura no fue un evento climático “que pasa”. No es algo “que pasó” sino algo “que hicieron”. Lo que pasa, pasa. Lo  que “se hace” tiene responsables.

Las fuerzas policiales entienden ese mensaje. Por eso, en el último año asistimos a un recrudecimiento de su accionar contra la sociedad civil no compatible con prácticas democráticas. El punto álgido de este comportamiento es la redada /”razzia” operada contra mujeres que estaban cenando en una pizzería el 8 de Marzo pasado, la persecución a los jóvenes de barrios pobres, o detenciones por “portaciones de cara” son hechos graves a los que hay que estar atentos. Y la reacción social no siempre es todo lo contundente que entendemos necesaria para frenar esta avanzada.

Es necesario un último párrafo sobre el marco más general de la dinámica de las relaciones capital y trabajo, como corresponde a nuestra disciplina. De eso, fundamentalmente se trató la última dictadura. De implantar un modelo económico en nuestro país en el mismo plan que en Nuestra América, el mismo modelo económico que hoy se eligió a través del voto. Un modelo económico neoliberal en contra de los trabajadores y sus organizaciones colectivas. De esto dimos cuenta el año pasado en esta misma fecha. Por eso elegimos iniciar nuestro comunicado con  la carta de Rodolfo Walsh. Y en años anteriores enfatizamos en la necesidad de visibilizar y juzgar el accionar de los civiles en la última dictadura como pueden ver en nuestros anteriores pronunciamientos.

Por eso, desde el Espacio Democratización RT los invitamos a marchar a Plaza de Mayo

  • Contra cualquier forma de represión por parte del Estado.
  • En repudio a los despidos y el avasallamiento de los derechos de los trabajadores.
  • En repudio del ataque a las formas de protesta y acción colectiva
  • Por la libertad de aquellos trabajadores y militantes procesados por ejercer su derecho de manifestarse libremente.
  • Contra la injerencia de cualquier potencia extranjera en el destino de los pueblos latinoamericanos.
  • Para que continúen los juicios y castigos a los responsables militares y cómplices y partícipes civiles.
  • Por nuestros 30.000 compañeros detenidos desaparecidos… Por la memoria, la verdad y la justicia.
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